A Javier Hortas (S.T.T.L.)

Queridísimo tío Javier:
Impactada por la noticia de tu fallecimiento, acudo a Santiago a tu funeral. Allí la tía Cuca estaba como siempre: única, entera, preocupada de todo y por todos, desmejorada, pero bellísima. Con esa belleza que nace del interior, llena de paz y serenidad.
Y estaban tus hijos y tu amado nieto Xan, al que por fin conocí y al que quedaste en dar una colleja de vez en cuando.
Me entristece verlos a ellos sin ti. Sé que te cuidaron sin desvelos y que te dormiste en paz.

"Por el tío Javier, para que en su camino al cielo encuentre a Javi y, con él, la paz que durante estos últimos años le ha faltado".

Y gracias. Por muchos años que pasen, nunca podré agradeceros suficientemente lo que hicisteis por mí.

Descansa en paz. Con toda la paz del mundo.

A mi abuelo Andrés

Ayer te vi en una fotografía. Recordaba vagamente otra en casa de mis padres, pero en  esta se te reconocía perfectamente. Guapo, alto, moreno. Pintaza.

Un abuelo nacido en 1900 y al que conozco gracias a Facebook en 2015.

Bienvenido a mi vida.

A Javi

La primera imagen que tengo de ti es con unos seis meses y partiéndote de risa, porque tu padre te estaba lanzando al aire. "Qué guapo es tu hijo", le dije, "se parece a mí", respondió.
Desde entonces y durante muchos años te vi crecer. Inviernos en el Colegio y veranos en Nigrán. 
Llegaste a ser mi alumno y, por circunstancias de la vida, os acompañé al viaje de fin de estudios a tus compañeros y a ti. Y allí te redescubrí: simpático, cariñoso, divertido, buena gente, muy, muy buena gente. Tus compañeros te quieren mucho y eso no es casual: saben cómo eres y lo que pueden esperar de ti.
Recibiste con todo merecimiento la Matrícula de Honor en Bachillerato y no puedes ni imaginarte la ilusión que me produjo encargar la bandeja que te regaló el Colegio. Llevo muchos años, desde el 96, comprando en la misma joyería el mismo obsequio. Y esta fue la primera vez que era para el hijo de un compañero, para un niño al que tuve en mis brazos y que es, a día de hoy, un hombre en toda regla.
Tus padres sé que están muy orgullosos de ti y no es para menos.
En lo poquito que me toca, por los dos cursos de français, yo también.
Futuro Dr. Rodríguez Caramés, le deseo mucha suerte en el inicio del duro camino. ¡Ánimo Javi! ¡Tú puedes!
#javieresunico #carpediem

Festejando un centenario por WHATSAPP

Hoy asistí al cumpleaños más entrañable de mi vida. En el Facebook de primos tenéis el resumen.

Huellas del mundo clásico a través de una cámara

Por fin he terminado de montar el archivo de cultura clásica.

Os lo envío en este enlace a Google Drive porque pesa mucho.

Lo edité en pdf.

Seguid disfrutando del verano, que aún queda un mes.

Besitos

A mis alumnos de 4º ESO A

 
Menuda sorpresa que me disteis… Me encantó. Aguanté como pude para no llorar. Pero me quedé feliz.

No puedo decir que seáis el grupo más estudioso que tuve en mi vida profesional (jejejejje), pero sí de los que dejáis huella. Hubo días que dieron ganas de… (omito el comentario ;), pero, en general, sois vosotros los que me habéis dado mucho a mí.

Soy una enamorada de mi trabajo: ya sabéis de mi manera de dar clase tan “intensa” y de querer contagiar a mis alumnos con el mundo del conocimiento.

Los adolescentes estáis en una edad con las emociones a flor de piel y sois muy volubles, pero sois geniales, divertidos, ocurrentes,… Yo no me canso de repetírselo a todo el que me pregunta: los alumnos son agotadores, pero disfruto muchísimo dando clase.

A ver cómo me recordáis  el día de mañana (una profe de latín loca que nos decía DE --- REPENTE, y cosas por el estilo)

En unos días os enviaré, corregidos, los pwp de las fotografías: aún los estoy terminando de corregir.

En fin, vuelvo a daros las gracias.

Aquí me tenéis para lo que necesitéis

Con todo mi cariño:

Yolanda

La Roja

  Hoy comparto una reflexión de Gaspar:

«Dulcinea del Toboso es la más hermosa mujer del mundo, y yo el más desdichado caballero de la tierra, y no es bien que mi flaqueza defraude esta verdad...» (D. Quijote, II, 64)

Hoy más que nunca -más que en la finales de 2008, 2010 y 2012-, es el día de estar con ellos, apoyando delante de la tele, sin que el resultado importe para nada, en lo que es el adiós de varios. 
Gracias a ellos, mi hijo lleva una estrella en su camiseta de crío; gracias a ellos, con tan sólo ocho años él ya había vivido éxitos que mi generación de cuarentones -casi cincuentones- no habíamos ni soñado hasta su llegada; gracias a ellos, muchos hemos visto una mínima luz en medio de las tinieblas de una crisis interminable... Y así podría seguir dando argumentos hasta cansarme. Ni ciento ochenta minutos, ni muchísimos más, pueden hacer olvidar los millones de lágrimas de emoción y orgullo que muchos españoles hemos vertido desde que ellos -sí, sí, ellos... los mismos a los que ahora negamos conocer...- nos clasificaron para la Euro de Austria-Suiza.
Toda una vida de aficionado no llega para agradecer lo que nos han dado.
¡Grandes, muy grandes siempre estos jugadores y su seleccionador, sin excepciones, reservas, ni matices! ¡En la salud y en la enfermedad...!

Gaspar Salgado Fernández